“Un déficit de aproximadamente dos millones de viviendas y el hecho de que 200 mil nuevas familias se suman cada año a la demanda de un techo propio, son indicadores suficientes para darse cuenta que la situación acumulada por tantos años requiere un enfoque de solución habitacional diferente”.
Con esta reflexión, el arquitecto Gonzalo Domínguez, director de la empresa española Hábitat Nova, comentó que su presencia en Venezuela tiene como propósito reiterarle al gobierno del presidente Hugo Chávez y los involucrados con el tema, la disponibilidad de nuevas tecnologías constructivas que apuntan a dar respuesta a la nueva realidad bolivariana, en la que la sociedad puede y debe ser partícipe de las mejoras de su calidad de vida, apoyada por el Estado.
El representante de Hábitat Nova explicó que la tecnología constructiva modular de su autoría posee varias ventajas en cuanto a los sistemas tradicionales: 1) Fácil y rápida instalación, que permite cumplimiento de mínimos plazos y presupuestos claramente establecidos. 2) Altos estándares de calidad, durabilidad y resistencia para soportar sismos, la exposición ambiental y fuertes vientos y 3) Permite la autoconstrucción por los miembros de las comunidades organizadas, pues no requiere personal especializado, simplemente la dirección técnica de la obra.
Sobre este último aspecto, comentó que: “en conversaciones con las comunidades organizadas hemos podido evidenciar que la contraloría social es fundamental para el feliz término de cualquier obra, sean viviendas, escuelas, guarderías, ambulatorios y/o centros de desarrollo comunal”, dijo Gonzalo Domínguez, al tiempo que destacó que esa contraloría viene garantizada con el versátil sistema que ofrece Hábitat Nova, toda vez que las mismas asociaciones, consejos comunales u organizaciones de viviendas pueden monitorear el cumplimiento de plazos y calidades de ejecución.
Innovación constructiva
De manera sencilla, Domínguez explicó que básicamente “se trata de perfiles de acero galvanizado con hormigón interno (concreto), para la conformación de paneles de cerramiento, los cuales poseen un aislante térmico de poliuretano que disminuye de 5 a 7 grados la temperatura interior, con el consecuente ahorro energético. Asimismo, indicó que en la parte exterior de los paneles de cerramiento se utiliza una lámina fenolítica de alta resistencia y fácil limpieza (antigraffiti). Los paneles son colocados en una losa de cimentación bajo un sistema de pernos y unidos entre sí con tornillería especial, cuidando el cumplimiento de todos los cálculos estructurales de resistencia.
Con el sistema modular se pueden hacer viviendas de diversos tamaños, según las necesidades de la familia.
Sencillez y rapidez comprobada
Domínguez expuso que con el sistema modular prefabricado ya han tenido un caso de éxito en Venezuela, a través de una empresa de Grupo Tecnomatrix, al construir una escuela de 500 mts2 en la zona rural Valle Las Carmelitas, en Puerto La Cruz, con la participación de trabajadores de la misma comunidad beneficiada. “La confianza depositada por el alcalde Stalin Fuentes, del Municipio Sotillo, estado Anzoátegui, permitió comprobar que se puede construir una casa de 72 mts2 en un mes con apenas 5 trabajadores no calificados (una vez lista la losa de cimentación) o una escuela en no más de 180 días con 30 obreros.
“La capacidad de levantar obras en tiempo record y generar de inmediato puestos de trabajo con contraloría social, son sin duda alguna factores diferenciadores y altamente competitivos de nuestro sistema constructivo”, comentó Domínguez, sin dejar de aprovechar la oportunidad para anunciar el interés de Hábitat Nova de instalar, a escala nacional, diversas plantas productoras de paneles de cerramiento y perfiles para construcción de casas o edificaciones de interés social, con la disposición de hacer una transferencia del conocimiento tecnológico (Know-How), si así lo considera estratégico el Estado venezolano.
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