sábado, 25 de septiembre de 2010

Sociedad civil solicitó formalmente al Presidente reingreso de Venezuela a la Comisión Ballenera

El pasado 16 de septiembre las organizaciones y voluntades civiles agrupadas en la Coalición Venezuela por las Ballenas y los Delfines, entregaron una solicitud formal al presidente de la República, Hugo Chávez, para que propicie el reingreso de nuestro país a la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
La comisión estuvo integrada por Jaime Bolaños de la ONG Sea Vida, Beatriz Esté de la Fundación Abrae y Olga Herrera y Leonardo Sifontes de la ONG Mares Venezuela. El texto de la solicitud empieza diciendo que se trata de un conglomerado de voluntades donde intervienen instituciones ambientalistas, pequeñas empresas, miembros de consejos comunales, educadores comunicadores sociales, biólogos, todos ciudadanos interesados en la conservación del ambiente marino, flora y fauna.
Beatriz Esté, Premio Regional de Conservación Nueva Esparta, señaló que “con esta acción están contribuyendo a la creación de cambios de hábitos y de actitud hacia nuestras especies marinas y su conservación, que es uno de los objetivos de la Fundación Abrae”.
Por su parte la bióloga Olga Herrera afirma que ha dedicado parte de su vida profesional al estudio de los cetáceos en su ambiente natural por lo que cualquier acción que contribuya a la conservación de estos animales siempre será respaldada por Mares Venezuela
- ¿Cuál cree usted que puede ser el papel de Venezuela en ese escenario o foro (CBI) en el caso de su reingreso?
- BE: En principio creo que la integración con los otros países miembros y por supuesto la relación y la retroalimentación que sería muy beneficiosa para todos. En la unión esta la fuerza y el camino para un mejor bienestar social sustentable.
Frente a la misma interrogante el científico Jaime Bolaños, de Sea Vida, esgrime argumentos más contundentes. “Está claramente especificado en la sección VII-3 del Proyecto Nacional Simón Bolívar, donde están expresados principios básicos tales como promover internacionalmente los derechos humanos y el ambiente, desarrollar la integración con los países de Latinoamérica y el Caribe, favorecer relaciones solidarias con otros países en desarrollo y avanzar en la transformación de los sistemas multilaterales de cooperación e integración”.
Recuerda que Venezuela ha participado activamente en las reuniones del Grupo Buenos Aires, que reúne a los países conservacionistas latinoamericanos, los cuales tienen un rol clave en la CBI propiciando el uso “no letal” de los cetáceos, resaltando la promoción del turismo de observación de estas especies en su medio natural.
Por su parte Neil Castro, representante de Biomarina Venezuela, señala que Venezuela posee leyes de avanzada, si las comparamos con los convenios internacionales suscritos y el panorama mundial. “Las leyes por si solas no son suficientes, todos debemos ser partícipes activos y protagónicos, y desde las bases dar la fuerza a nuestros gobernantes para defender nuestros intereses soberanos ante el mundo. Venezuela es un país de historia libertaria y en el 2010 cuando se celebra el año ONU de la Biodiversidad y el Bicentenario de Naciones Hermanas, nuestro gobierno debe demostrar más que nunca la solidaridad que caracteriza a los venezolanos. Las bases están dadas, nuestra voz y voto en la CBI puede ser decisivo para el éxito de Latinoamérica toda y para el futuro de las ballenas”.
- ¿Por qué consideran que la CBI es un escenario válido para la defensa de las ballenas si en la última reunión que se realizó este año parece haber demostrado todo lo contrario?
-JB: Porque es el único foro internacionalmente aceptado para manejar a los cetáceos. La promulgación de la moratoria a la caza comercial ha sido un logro fundamental que ha permitido la recuperación de muchas poblaciones, lo mismo que la creación de los santuarios de ballenas. Lamentablemente, los vacíos legales y el uso de la caza bajo reserva u objeción y la científica dejan margen para que los países balleneros soslayen el espíritu de la moratoria. Por tal motivo es fundamental la participación activa de los países que apoyan la conservación de las ballenas y los recursos naturales.
Por su parte la investigadora Olga Herrera afirma que durante muchos años la CBI ha sido el escenario de debate más importante a nivel mundial en el tema de las amenazas que enfrentan las ballenas, tomando en cuenta no solo la presión de la caza comercial sino otra serie de aspectos como el cambio climático, colisiones con embarcaciones, enmallamientos.
- A lo largo de la historia la CBI ha jugado un papel trascendental en la recuperación de las poblaciones de ballenas al establecer la moratoria a la caza comercial, sabemos que aún queda un largo camino por transitar y necesitamos a Venezuela firme y activa junto al resto de las naciones conservacionistas para lograr inclinar la balanza hacia un futuro próspero y libre de amenazas para las ballenas y delfines del mundo.
Para Castro éste es el único foro donde se puede hacer frente a la caza de ballenas, siendo incluso una realidad que Japón no ha podido doblegar completamente a las naciones ya que en la última Conferencia de las Partes de la Convención CITES quedó claro que en la CBI es donde se tomarán las decisiones respecto al futuro de las Ballenas y otros cetáceos menores. “Recordemos que el Gobierno Japonés ha tratado de hacer que especies incluidas en el Apéndice I de CITES bajen al Apéndice II, con el único propósito de legitimar sus pretensiones hegemónicas. Aún en la CBI se ha mantenido el principio precautorio y el Comité Científico, los gobiernos de nuestra región (GBA) y la sociedad civil organizada han mantenido en equilibrio la balanza. Nuestra presencia es necesaria y la lucha debe continuar”.
¿Creen ustedes que Venezuela puede liderar las voluntades de las naciones del Caribe para la protección de ballenas, frente a la “presión económica” que ejerce Japón y los demás países a favor de la caza de ballenas sobre éstas?
- JB: Gracias a un esfuerzo internacional conjunto de los países del Grupo Buenos Aires y las alianzas de organizaciones no gubernamentales latinoamericanas, se ha logrado que naciones que antes apoyaban la política de Japón, hayan reconsiderado su estrategia al respecto, tal como ha sucedido con Nicaragua, Panamá y Dominica.
Para Beatriz Esté se trata de una cuestión de ética y profesionalismo. “En Venezuela hay muchos científicos, biólogos, profesores, instituciones, organizaciones que tienen mucha fortaleza en conocimientos, actitudes, ética, trabajos en campo para lidiar y crear un frente común contra la presión económica que ejerce Japón y los demás países que están a favor de la caza de ballenas. Además el cambio de consciencia a nivel planetario es ahora”.
Cabe recordar que en la última reunión de la CBI que se realizó este año en Agadir (Marruecos) culminó con el sabor amargo al ser aprobada la propuesta de Dinamarca que permitirá a Groenlandia la caza “aborigen” de ballenas jorobadas, lo que además representó uno de los pocos resultados concretos de dicha conferencia. La buena noticia es que no se logró levantar la veda de la caza de ballenas que existe desde 1986.

 
Turismo de avistamiento en Venezuela
Los científicos Jaime Bolaños y Olga Herrera participaron en un estudio de campo realizado por Hoyt e Iñiguez en el año 2008 que arrojó los siguientes resultados:
En Venezuela al menos 120 familias de lancheros y pescadores obtienen ingresos regulares por el turismo de avistamiento de delfines en sitios como Puerto Concha, Estado Zulia, Rio Apure, Costa de Aragua, Puerto la Cruz, Mochima, Ciudad Bolívar y Puerto Ordaz.
“Este mismo estudio arrojó que en el año 2006, unos 9000 turistas nacionales y extranjeros generaron un flujo de divisas cercano a un millón de dólares, cifra bien importante ya que se trata de poblaciones costeras que no tienen muchas alternativas de empleo”, afirma Bolaños.
De hecho una de las motivaciones de Sea Vida de liderar esta acción es contribuir con los esfuerzos internacionales que las organizaciones de la sociedad civil vienen realizando para sensibilizar a las comunidades y a nuestros gobiernos acerca de la importancia de la conservación de los cetáceos en el marco de la búsqueda del bienestar social por medio del ejercicio responsable del turismo de avistamiento.
“El sacrificio de ballenas en santuarios de ballenas y en aguas internacionales puede perjudicar las economías de las zonas costeras que dependen en un alto grado del turismo para subsistir, por lo tanto se trata de una amenaza a nuestra soberanía”, concluye el científico.
Daniel Delgado / CNP 9983
“Desde la Asamblea Nacional se ha acordado condenar y sancionar toda actividad que atente contra la biodiversidad, y en especial que atente contra aquellas especies amenazadas de extinción. Las ballenas son precisamente las más fieles embajadoras de la biodiversidad que requieren de nuestra asistencia política. La actividad japonesa en el Hemisferio Sur, soslaya la Soberanía Latinoamericana flagrantemente. Venezuela, posee ciudadanos capaces de sumar las fuerzas que el Grupo Buenos Aires necesita para tener éxito en la defensa de la biodiversidad”, señaló el líder de Biomarina Venezuela.

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